viernes, junio 04, 2004

Las historias que nos gustan a los hombres

Cuenta el New York Times que una estudiante de investigación operativa e ingeniería financiera se tomó el trabajo de leer toda la ficción corta que se publicó en The New Yorker entre 1992 y 2001. Luego creo una base de datos que cruzaba, entre otras cosas, al editor a cargo, el sexo del autor de la ficción y la raza de los personajes. El New York Times cuenta que:

The study was long on statistics and short on epiphanies: one main conclusion was that male editors generally publish male authors who write about male characters who are supported by female characters.
No pude ojear la tesis pero no habría que criticar tanto al editor machista de TNY: después de todo, a quien no le gustan las historias de hombres mantenidos.

En todos lados se cuecen habas (y granos)

Cuenta el New York Times (1/6/04) que la suba del precio del arroz está empeorando las cosas en Haití. Muchos haitianos - cuenta el NYT - tienen una sola comida al día y entonces la suba en el precio del arroz es literalmente un aumento en el costo de vida. En Haití, "el arroz es vida".

El asunto es ridículo por varias razones. Primero, Haití tiene una de las mejores tierras para el cultivo de arroz en el mundo pero los métodos de cultivos son antiguos. Segundo, existe una tarifa a la importación de arroz (pero hay mucho contrabando). Tercero, Aristides se encargó de crear un monopolio entregando la importación de arroz un amigo. Cuarto, la mayor parte del arroz que importa Haití viene de EE.UU., uno de los más caros del mundo.

Parece que en Haití las cosas siempre pueden empeorar. Diez días atrás, las inundaciones causaron 1000 muertos y más de 1600 desaparecidos.

De esto no le pueden echar la culpa a los economistas.

domingo, mayo 30, 2004

Carne picada

Una vez más, The Economist actualiza su famoso Big Mac Index. Allí se ve que en la Argentina un Big Mac cuesta 1.48 dólares, mucho más barato que su costo en Estados Unidos: 2.90 dólares. Como el precio local es un 51% del precio en los Estados Unidos, la aplicación literal de la teoría de la paridad del poder adquisitivo (una idealización de los economistas) sugiere que el peso está subvaluado en un 49%. En cualquier caso, teorías aparte, esto dice que tenemos un tipo de cambio real muy competitivo, al menos para competir en el mercado de las comidas rápidas.